Visitar Úbeda y Baeza, situadas en la provincia de Jaén, es adentrarse plenamente en la época del renacimiento. Junto a Salamanca serán los lugares del renacimiento español más significativos. Estos conjuntos monumentales, ciudades Patrimonio de la Humanidad, representan uno de los destinos mejores para los viajeros amantes de la historia, el arte y el patrimonio; representan el Renacimiento del sur. Además el paisaje es sorprendente y singular con sus campos llenos de olivos, que le dan un carácter propio e identificativo absoluto a estas tierras, principal productor de nuestro apreciado aceite de oliva.
La batalla de las Navas de Tolosa en 1212 aceleró la conquista cristiana en estas tierras del Guadalquivir. Culminada la Reconquista Úbeda inicia el siglo XVI con un fuerte desarrollo agrícola y ganadero, y una pujante industria artesanal, dando lugar a pujantes familias aristocráticas como el sobresaliente Francisco de los Cobos, secretario de Estado del rey Carlos I.
Úbeda se levanta sobre un altozano sobre el valle del Guadalquivir, cruce de caminos desde siempre entre Levante y la Andalucía occidental. Su plaza de Santa María, la Capilla de El Salvador y sus extraordinarios palacios hacen de esta ciudad un lugar para disfrutar y descubrir el esplendor del renacimiento español. Al ser una ciudad pequeña, podemos pasear tranquilamente por todo su casco urbano saboreando también sus bunas tapas y platos, siempre acompañados de su producto estrella, el aceite de oliva.
También como viajeros curiosos, nos haremos la pregunta al estar allí, de ¿dónde están los famosos cerros de Úbeda?. Sí, los podremos ver y saber de dónde viene la expresión “no te vayas por los cerros de Úbeda”.
También esta localidad es famosa por ser donde murió San Juan de la Cruz, insigne carmelita descalzo, místico y poeta. Merece la pena visitar el convento y su museo.
Muy cerca de Úbeda está Baeza, en la que también disfrutaremos del riquísimo patrimonio monumental, añadiendo cierta emoción poética que guardan sus calles y plazas. A esa emoción contribuyó Antonio Machado que fue profesor aquí en el instituto de la Santísima Trinidad y antigua universidad de Baeza (hermanada con la de Salamanca). No perderse visitar el aula antigua donde daba las clases este gran intelectual español. La catedral, el palacio de
Jabalquinto, la plaza del Pópulo, son solo algunos de la gran cantidad de lugares que nos podremos encontrar en nuestro paseo, recomendado tranquilo por su calles. Incluso podremos saborear uno de los productos gastronómicos más populares también de allí: el hornazo.
Un viaje precioso e interesante en dos ciudades, con cierto aire castellano, que proporcionarán un ensanchamiento en la misma mirada del viajero.