Viajar a Portugal, siempre es interesante, pero si lo hacemos con ánimo de conocer su historia y cultura, que va en gran medida también unida a la nuestra, disfrutaremos más aún del viaje. Podemos acceder fácilmente a Elvas desde Extremadura por dos sitios distintos, bien por la misma ciudad de Badajoz o un poco más al sur, por la bonita y singular Olivenza, ya que ambas están a muy pocos kilómetros de ella. Recomiendo hacerlo desde esta última, pues Olivenza es una gran antesala de Portugal, mereciendo mucho realizar una visita de ella pues es un lugar con mucho interés.
Elvas es sorprendente, enseguida atrae la admiración del viajero pues estamos ante una ciudad con la categoría de Patrimonio Mundial, cuya principal característica son sus fortalezas, siendo además la ciudad fortaleza más grande del mundo. Unida siempre en su historia a las guerras fronterizas con España hacen de Elvas un lugar extraordinario, que a los salmantinos nos recordará en cierta manera a Ciudad Rodrigo, al fuerte de la Concepción o al propio municipio portugués de Almeida, pero siendo Elvas de dimensiones muchísimo mayores, con un perímetro cercano a los diez kilómetros, siendo un testigo único de la estrategia militar hasta épocas recientes, estando conservadas impecablemente. Estamos hablando de fortificaciones desarrolladas principalmente en el siglo XVII, aunque también se conservan murallas islámicas y medievales.
Si ya la propia ciudad de Elvas con su perímetro de baluarte, murallas y ubicación es impresionante, todavía se complementa más aún con las otras dos fortalezas que tiene a su alrededor, el fuerte de Santa Lucía y el fuerte de Gracia, visita más que obligada ya no solo por el propio recinto que es enorme donde te puedes perder entre sus galerías, sino la propia ubicación, en un promontorio a gran altura por encima del mismo Elvas, desde el cual las vistas son extraordinarias. Tampoco hay que olvidar el gran acueducto que tiene la ciudad, de siete kilómetros y que es del siglo XV-XVII.
Recomendable también visitar su casco histórico con sus grandes calles en cuesta, siendo la plaza de la República el centro neurálgico de la ciudad donde está la oficina de turismo, el ayuntamiento y la catedral, además de poder degustar los típicos platos de bacalao. Y en la parte más alta podremos acercarnos a visitar el castillo medieval desde donde podremos apreciar grandes vistas de la ciudad.
Conocer Elvas es proporcionar a la mirada de viajero más que visualización de monumentos, conocer también parte de nuestra historia conjunta con Portugal y que afortunadamente todo aquel mundo de luchas por territorios y fronteras no existe hoy, pero sí el testigo de una historia de la que aprender y que nos pueda servir para afianzar más nuestros lazos ibéricos con nuestro país vecino.